Quisiera ser
esa huella que se deshace
entre la arena y el mar
renacer a cada pisada
y recordar aquel que fuiste
tras una cortina de terciopelo de aguas
Cae una lluvia delicadísima
el sirimiri eterno
Llevaba una capa negra lo vi bajarse del carruaje de rostro gris y mirada hirsuta me quedé escondida tras unos haces de leña ¿Adónde iba, q...
Bello sirimiri calando hondo.
AntwortenLöschenBesos.
Qué hermoso poema, Inma. El sirimiri, para mí es una delicia, sobre todo, ahora cuando empiece el otoño.
AntwortenLöschenBesicos muchos.
Que hermoso sentir. Saludos.
AntwortenLöschenGracias!
AntwortenLöschenbesos
Me ha gustado mucho este poema, enhorabuena.
AntwortenLöschenGracias, Jorge
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